El otro día por algún motivo que no recuerdo, descubrí AngularJS. Fue un flechazo.

Escribir frontends web siempre me ha parecido lo más engorroso e incómodo del desarrollo Web. Al final, acabo haciendo todo lo posible en HTML y manipulándolo con jQuery, y siempre me queda una vaga sensación de desagrado, de hack poco estético.

AngularJS, con su replanteamiento fundamental de lo que debe ser un frontend, su separación entre vista puramente HTML y sus Modelo y Controlador puramente JS, sus relaciones integradas entre todos estos componentes, me ha seducido.

Ahora, me toca terminar esa web que lleva en la recámara desde hace años, algo similar a clientsfromhell.com, utilizando Angular para el frontend, para realmente saborearlo.